4 de abril de 2010

SOYA, propiedades nutritivas y beneficiosas para nuestra salud

Aunque su uso se fue popularizando en occidente hasta el siglo XX, es en China donde la soya ha sido empleada como producto alimenticio esencial desde hace más de cuatro mil años.
La calidad biológica de los nutrientes de la Soya es capaz de proporcionar, en las cantidades necesarias, aminoácidos indispensables para asegurar la buena utilización de las proteínas en el organismo. Ayuda en la generación de anticuerpos del sistema inmunológico, al crecimiento de niños y niñas, reparación de tejidos...
Imagine un alimento tan rico en proteína, y quizás más completo, que la carne. Ahora, añádele la ventaja de no tener el colesterol, la grasa saturada y las toxinas del producto animal.
El aceite se almacena en los cotiledones de esta leguminosa, y es muy importante para la nutrición humana. Es una excelente fuente de energía y prácticamente no contiene grasas saturadas ni colesterol. Los frijoles de soya son una de los pocas fuentes de ácidos grasos omega-3, que al parecer pueden proveer a los bebés de nutrientes esenciales y podrían reducir el riesgo de enfermedades cardiacas y cancerígenas. Además es una buena fuente de fibra, de zinc, cobre y magnesio; así como de vitaminas del complejo B, en especial niacina, piridoxina y folacina.

La SOYA beneficiosa para tratar los síntomas asociados con la menopausia

Estudios científicos recientes, ponen de manifiesto que la ingesta habitual de Soya y sus derivados, ricos en isoflavonas, desempeñan un papel beneficioso para paliar o tratar los síntomas asociados al climaterio o menopausia: sofocos, dolores articulares y musculares, irritabilidad, aumento de peso... 
Además, dichos compuestos, también denominados fitoestrógenos, cumplen acciones positivas sobre determinados órganos y tejidos como la pared vascular; se reduce el riesgo de alteraciones cardiovasculares y la masa ósea; disminuye el riesgo de fracturas osteoporóticas y existe una menor tendencia a la desmineralización de los huesos.

A diferencia de otras fuentes de proteína, es bastante seguro consumir una gran cantidad de productos de Soya. Aunque existen alergias a los productos de soya, los casos son pocos y distantes entre sí. Cuando se cambie a una dieta de soya, sería bueno consultar con su médico o su nutricionista. Pregunte específicamente si la soya interfiere con cualquier prescripción de los medicamentos que esté tomando.

Actualmente es muy sencillo incorporar este completo alimento en nuestra dieta, recuerda que puedes prevenir enfermedades crónicas, como problemas renales, cardiacos y hasta osteoporosis.

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